Feroz miseria, dime: ¿por qué cubres
a las personas de escasez y llanto?
¿Te divierte sellar a cal y canto
los vientres que en tu obstinación descubres?
Truecas en seres viejos, insalubres,
los cuerpos que antes eran puro encanto.
Los niños enloquecen del espanto
tras nada hallar en tus gastadas ubres.
Te sientes intocable, victoriosa.
A muchos hombres metes en la fosa
cada día. ¿Hasta dónde llegarás?
La indiferencia te hace fuerte. Pero
naciste de la mano del dinero
y cuando él muera, tú también lo harás.